Muchas veces mi esposo me pregunta por qué estoy en silencio
tanto tiempo, qué estoy pensando, o me pregunta si me siento bien. Es como si
de alguna forma supiera que algo está pasando en mi interior y que no quiero
compartir.
Pues en realidad sí. Hay días en los que mi mente se
encuentra en guerra, mis pensamientos no cesan el bombardeo recuerdos e ideas
que me dejan absorta, ensimismada en las emociones que estos recuerdos
dolorosos me hacen sentir.
Mi silencio en ocasiones abruma a mis seres amados, pero no
puedo evitar escuchar mi mundo interior, explorar en él, analizar porque actúo
de una forma u otra y que ha hecho que yo sea de una forma determinada a mis 43
años.
Pareciera que me sobre analizo y esto termina dejando una
mal sabor en mi boca.
Tengo que recordar los muchos dones que el Universo me ha
otorgado, las muchas bendiciones que he recibido y dejar de escudriñar el
pasado, de buscar respuestas en el pasado y concentrarme más en el presente.
En el presente esta la esencia de todo, el disfrutar mi vida
y lo que soy tal cual, sin análisis, simplemente dejando ser, soltando el
pasado al viento y que este se lo lleve lejos de mí para no sentirlo sin
olvidarlo.
La unión de mi pasado con mi presente es lo que ha
construido lo que soy hoy día; un ser humano desbordante de emociones, sensible,
intuitivo y empático
Estoy consciente que por mi bien necesito Soltar,
como palomas al viento, suena más fácil de lo que es en realidad, pero como
dice un gran maestro, poco a poco y después, poco a poco y así terminare
soltando
No hay comentarios:
Publicar un comentario